Home Noticias de españa Ultima Hora Una dcada de tormento esperando un hogar (an lejano) en las cocheras del Metro de Cuatro Caminos: “Somos gente normal, no inversores ni grandes fortunas. No hemos hecho nada malo”

Una dcada de tormento esperando un hogar (an lejano) en las cocheras del Metro de Cuatro Caminos: “Somos gente normal, no inversores ni grandes fortunas. No hemos hecho nada malo”

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Una dcada de tormento esperando un hogar (an lejano) en las cocheras del Metro de Cuatro Caminos: “Somos gente normal, no inversores ni grandes fortunas. No hemos hecho nada malo”

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En el exiguo callejn de la va Virgen de Nieva, a la altura del nmero 87 de Bravo Murillo, y con la glorieta de Cuatro Caminos a golpe de vista, hay una puerta metlica grafiteada, flanqueada por dos rombos horizontales grises, que sobreviven como una suerte de cicatrices en la pared. Sobre la silueta de esas figuras geomtricas reposaron antes los icnicos emblemas del Metro de Madrid, que daban acceso a las cocheras del suburbano.

Tras ese muro, se adivina un cielo despejado en forma de imponente parcela de 60.000 metros cuadrados. El paraso que atrap hace una dcada a 443 cooperativistas con rostro, nombre y apellidos, invirtiendo ahorros y coartando vidas, es hoy un infierno con aspecto de recurrente pesadilla. Un futuro previsto para 2019, que hoy no son ms que un puado de frustrantes renders. Su ruta, zancadilleada en la etapa de Manuela Carmena, permanece ahora, con la administracin de Jos Luis Martnez-Almeida, enmaraada entre eternos trmites burocrticos. Los terrenos los vendi Metro de Madrid, perteneciente a una Comunidad que no ha cambiado de color poltico: Nos sentimos atracados. La nueva Ley de la Vivienda, que exiga un 20% de viviendas protegidas (y no el 10% previsto en los planos), tambin amenaz el proyecto. Vidas limitadas por esa desesperante espera. Ilusiones que se han disipado en esta dcada de angustia. Hasta 40 personas tuvieron que bajarse en marcha del sueo porque lo primero era vivir. Otras tantas entraron en su lugar.

GRAN MADRID rene en ese pasadizo a algunos de los sufridores cooperativistas, que no pierden la fe y suspiran por que la aprobacin del convenio de gestin (donde se incluye la reparcelacin) no se retrase. Este mismo martes, asomarn la cabeza en el punto 13 del Pleno municipal: la estimacin de la iniciativa para la gestin urbanstica del Parque Metro Cuatro Caminos. El hogar que nunca llega. Cruzan los dedos para que el delegado de Urbanismo, Borja Carabante, pida ms celeridad a sus tcnicos y que, con un poco de suerte, pueda ratificarse en septiembre en el Ayuntamiento. Detrs hay historias personales que hablan por s solas.

La parcela de las cocheras del Metro.

La parcela de las cocheras del Metro.JAVI MARTNEZ

Desire, vicepresidenta de la cooperativa, lleva desde 2014 embarcada en ese viaje de aguas turbulentas. Apostamos en plena crisis econmica por este proyecto y han pasado ya 10 aos. Creen que somos inversores, pero somos familias normales. Hubo quien lo vendi todo para vivir aqu. Carmena intent que el proyecto no saliera adelante. Primero no queran torre, luego el concejal quiso otro proyecto, despus las cocheras tenan que tener proteccin… Pero si an no se ha construido es por un problema poltico. Porque Metro, que era de la Comunidad, nos vendi los terrenos. Hoy hay buena voluntad, pero la burocracia es lentsima. He tenido que ir a plenos a enfrentarme a polticos y me ha producido mucha ansiedad. Son muchas noches sin dormir, muchos dolores de estmago y muchas horas perdidas de nuestras vidas. Pero ha sido la nica forma de seguir. Si no, estaramos olvidados.

Habla tambin Guillermo, funcionario de 44 aos, que dio el paso para acceder a una vivienda protegida de dos dormitorios. Sigo viviendo con mi madre porque esta inversin (110.000 euros, ms unos meses de letras) me impidi independizarme. Han sido 10 aos de mucha ansiedad, de no dormir, de muchas crisis, de arrepentirme y de indignarme. No sabamos qu iba a pasar con nuestros ahorros. Nos hemos sentido maltratados y humillados. No deja de ser una cooperativa de un terreno que perteneca a una administracin pblica. Ahora parece que se empieza a mover, aunque ha habido acoso de asociaciones defensoras del patrimonio [las cocheras fueron demolidas en 2021, pero el posible rastro de Antonio Palacios atasc el camino] y medio ambiente que nos han perjudicado a todos. Soy funcionario y el sueldo da para vivir, pero no para un alquiler y pagar otro piso.

Roberto Fayos tiene 45 aos y entr junto a su entonces pareja en la cooperativa Metropolitan, en noviembre de 2014. Vendimos nuestra casa y depositamos todos nuestros ahorros. Hemos tenido tres hijos, nos hemos mudado de casa de alquiler dos veces y la situacin ha ido cambiando por la incertidumbre de toda esta travesa. Ahora, adems, estoy en proceso de separacin de mi pareja, que tambin es cooperativista. Me he tenido que ir a vivir con mis padres y ella est de alquiler. Mis hijos podran haber disfrutado de esta casa desde 2019, que era la fecha acordada. Espero que algn da lo puedan hacer.

Recreaci

Recreacin del entorno de las cocheras.METROPOLITAN

Echa la vista atrs Antonio Lpez, de 45 aos. Me acababa de casar y tenamos un beb. La casa se nos iba a quedar muy pequea y nos interes la promocin. Era una oportunidad en el barrio. La sorpresa fue cuando hubo cambio de Ayuntamiento (Ana Botella haba puesto en marcha el plan) y todo se empez a bloquear, todo empezaron a ser problemas… Son 10 aos atascados en lo humano. Hemos vivido mucha frustracin. Hay noches que te despiertas y has soado con la casa. Sueos muy intensos con ese nuevo hogar, como cuando me pasaba con la Selectividad. De repente, te das cuenta de que sigues sin tener nada. Ha habido asociaciones encarnizadamente en contra de nosotros. No hemos hecho nada malo. Nos han tildado de inversores o grandes fortunas, pero aqu no hay nada de eso. Somos gente normal.

Repasa su historia Delia, asturiana de 48 aos. Me met en la cooperativa con una pareja, esperando que nos dieran el piso. Todas las tensiones de esa casa se trasladaban muchas veces a la pareja y se acab rompiendo. Segua pagando un alquiler y quera tener un piso en propiedad, y un poquito grande, porque la idea es traerme a mis padres de Asturias, ya que son mayores. Tengo los ahorros secuestrados en la cooperativa porque durante mucho tiempo hubo asociaciones que nos pusieron piedras en el camino y, tambin, el Ayuntamiento no slo no colaboraba con las 400 familias, sino que nos pona la zancadilla. Todo va demasiado lento. Mi vida estaba planificada para septiembre de 2020, que era cuando me entregaran el piso. Te cambia el carcter y la calidad de vida. Yo slo soy una empleada normal y si no trabajo, no como. No somos especuladores ni nada parecido como dicen.
Y Ana, de 59 aos, tambin destapa su angustioso relato. Entramos en la cooperativa para acercarnos a la casa de mis padres, que ya estaban muy mayores y poder atenderles mejor. Pero ya no es posible. Fallecieron con el Covid y se acab. No hemos podido estar con ellos….

Tras la fotografa, donde tambin participan nios que no existan en 2014, y tras los testimonios en el callejn, los cooperativistas se despiden. Y echan una ltima mirada (y van cientos en la ltima dcada) hacia ese muro de las cocheras del Metro que tantos lamentos ha provocado. Con el anhelo de que, ms pronto que tarde, puedan abrir, al fin, la puerta de ese hogar que tantas horas de sueo les ha robado.



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