La situación en Portugal es crítica por los incendios. Más de una decena de fuegos avanzan si control. Estos incendios, en los que trabajan más de 1.200 efectivos, ya han arrasado 10.000 hectáreas pero tienen un potencial de alcanzar otras 20.000 si no se controlan. Y en ese infierno se vieron atrapados este lunes un grupo de españoles que viajaba en autobús hacia Galicia.

Los pasajeros cubrían la ruta Lisboa-La Coruña en un Alsa pero el viaje se tornó en pesadilla por culpa de las llamas cuando se acercaron a Aveiro, la ciudad más castigada por los incendios. Comenzaron entonces un periplo por las carreteras comarcales del país luso con el fin de sortear el fuego.

Según relata un pasajero en ‘La Voz de Galicia’, tuvo que ayudar al conductor a buscar una salida para tratar de alcanzar una autovía o autopista que estuviera abierta. Todo ello gracias a GoogleMaps. Finalmente, tras varias horas, lograron acceder a una de estas vías a 70 kilómetros de Braga y poner rumbo norte hasta España.

“Hemos salido a las nueve de la mañana de Lisboa. A las 10.20 horas nos desviaron de la autopista hacia la N1. Tuvimos que parar en la Nacional porque estaba lleno de humo, el fuego estaba cerca y los bomberos nos traían agua y repartían material. Allí estuvimos muy cerca y tuvimos que movernos varias veces”, cuenta este pasajero al citado medio. “Imposible salir fuera del bus, estamos a 40 grados y subiendo”, relata el pasajero, de nombre David.

Finalmente, y tras una interminable odisea, los pasajeros llegaron a su destino con muchas horas de retraso, pero sanos y salvos.

Esta ola de incendios ha dejado tres víctimas mortales hasta el momento, uno de ellos un bombero que sufrió una parada cardiorrespiratoria durante un descanso del combate a las llamas. Los otros fallecidos son un trabajador de una empresa forestal que murió carbonizado cuando intentaba recuperar maquinaria y otra persona que falleció en la vía pública de “enfermedad súbita”.

Además, hay dos bomberos con quemaduras graves, nueve heridos leves y otras seis personas que tuvieron que ser asistidas por los equipos médicos.