
[ad_1]
La Audiencia Provincial de Cantabria ha condenado a 13 aos de prisin a un hombre que golpe reiteradamente y viol a una mujer a la que haba conocido en un club das antes, utilizando a su perro para que tambin la penetrara.
La Seccin Primera de la Audiencia le considera autor de un delito de violacin y de otro de lesiones, con la concurrencia de la circunstancia atenuante de drogadiccin, ya que en el momento de los hechos estaba afectado parcialmente por el consumo de cocana y alcohol.
Adems de la pena de prisin, se le impone una medida de libertad vigilada de ocho aos y una indemnizacin a la mujer de 16.680 euros, por las lesiones, el dao moral y la secuela que le ha quedado: una agravacin de otros trastornos mentales que ya padeca.
Segn recoge la sentencia, contra la que cabe interponer recurso de apelacin ante el Tribunal Superior de Justicia, el acusado conoci a la mujer en el club donde ella trabajaba y ese mismo da se fueron a casa de l, donde ella permaneci los siguientes das de forma voluntaria.
Dos das despus de haberse conocido, estuvieron consumiendo cocana y el acusado, adems, bebidas alcohlicas. En un momento dado, la conducta de l “se torn en una fuerte agresividad: propin una bofetada a la mujer, la agarr por el pelo, la arrastr hasta una habitacin y la amenaz con pegarla dos tiros, colocando una pistola, a la que haba introducido balas, en la boca de la mujer”.
Durante todos esos actos, el condenado “en ningn momento dej de golpearle en el rostro y en la cabeza”; y ms tarde “cogi un cuchillo y le hizo un corte en el rostro, continuando con golpes por todo el cuerpo con distintos objetos y arrastrndola agarrada del pelo por toda la vivienda”.
Segn seala la resolucin, “ante la violencia de la situacin y el temor al acusado, a la mujer le fue imposible abandonar el lugar”.
Despus, “sin dejar de golpearla, le orden que se desnudara y se pusiera a cuatro patas, lo que ella hizo por la angustia que senta”. El hombre la penetr y le dijo “que iba a llamar a su perro para que la violara, lo que finalmente ocurri“.
Aprovechando que el procesado se qued dormido, la mujer escap de la vivienda y, como consecuencia de estos actos, sufri lesiones en mltiples partes del cuerpo: muslos, rodillas, costados, espalda, odo, nariz, mejillas y brazos, y requiri tratamiento mdico y terapia psiquitrica.
En las muestras tomadas se hall semen del procesado y de semen no humano, y en el registro del domicilio de l se encontraron distintos objetos que utiliz para golpearla: un machete, un hacha, un pincho, un revolver, una navaja, una vara y un cinturn con hebilla metlica, entre otros.
EL PROCESADO ADMITI LO SUCEDIDO
La Audiencia ha considerado acreditados estos hechos tras escuchar el relato de la mujer, al que otorga “plena credibilidad”. “Lo que seal, de modo coherente y persistente, y de forma verosmil y creble, haber vivido, sin motivo ninguno para dudar de su versin de lo sucedido, se ve corroborado por una pluralidad de prueba perifrica”, seala la sentencia.
Adems, el propio acusado admiti los hechos, lo que “implica ya una slida ratificacin de lo que la vctima ha mantenido”, respaldado tambin por las “contundentes conclusiones” de los dictmenes de las mdicos forenses, que acreditaron el estado fsico y psicolgico en el que se hallaba la mujer inmediatamente despus de los hechos y las consecuencias que a nivel psicolgico caus la vivencia sufrida.
Asimismo, las lesiones quedan evidenciadas por las fotografas aportadas, y los objetos con los que se provocaron se recogieron en la entrada y registro de la vivienda del procesado.
Y las muestras analizadas por el Instituto Nacional de Toxicologa confirman las penetraciones tanto anales como vaginales del procesado y su perro.
De esta forma, el tribunal considera acreditado que el acusado “realiz actos sexuales con penetracin anal y vaginal sobre la mujer, sin que esta hubiera prestado consentimiento ninguno”.
Y lo hizo “habiendo conseguido doblegar su voluntad, ejerciendo fuerza fsica” y, adems, en el interior de su vivienda, lo que “deriv en una obvia coercin sobre su voluntad, que qued totalmente anulada”.
La mujer entonces adopt “una actitud de sometimiento, que no de consentimiento, teniendo que aprovechar para escapar cuando l cay dormido”, concluye la sentencia.
[ad_2]
Source link