El fuego es una pieza imprescindible cada ao de las Fallas de Valencia, pero el incendio desbocado en el nmero 77 de la avenida General Avils ha teido de dolor y luto al barrio valenciano de Campanar tras consumir un bloque de viviendas levantado en 2008 sobre una zona de huerta y tierra de trabajo centenarias.

En esta zona de la capital valenciana conviven casi a partes iguales las edificaciones tradicionales de dos alturas, una iglesia y un pequeo cementerio con los grandes bloques de edificios modernos. Al lado izquierdo, grandes avenidas y zonas ajardinadas, por el derecho calles estrechas y calzadas peatonales.

Atrs quedan los tiempos en los que Campanar era una pedana autnoma, con su propio alcalde, a finales del siglo XX. En aquellos aos no estaba integrada en el casco de la ciudad y el ro Tria marcaba los lmites naturales de expansin.

Smbolo de las ltimas catarsis de la construccin, hoy en da tambin lo representa el inacabado estadio del Valencia (Nou Mestalla). A poco ms de dos manzanas del foco del incendio, sus obras siguen paralizadas en 2009.

Ayer pas toda la noche llorando, no me lo poda creer, comenta una octogenaria de toda la vida del barrio de Campanar. Desde su portal, con tres peldaos sobre el nivel de la calle, contempla sin ningn tipo de barreras arquitectnicas los restos calcinados de las viviendas.

En un solar colindante cada Navidad se instala el circo, pero por estas fechas quedan mal aparcadas dos o tres caravanas de los feriantes.

Una desgracia, una desgracia. Fue todo muy rpido, asenta la mujer.

La ayuda de los vecinos de Campanar

En el lado opuesto de la misma rotonda, en una planta baja de pequeas dimensiones, no deja de llegar gente para entregar comida y ropa. Es la sede de la falla en el barrio. Estaremos tambin el fin de semana si hace falta, destaca Adriana mientras atiende una seora que le entrega ropa de beb.

Otro miembro de la falla confirma el inicio del reparto de todas las donaciones por varios puntos de la ciudad que les han facilitado en el Ayuntamiento. Tenemos que mantener la confidencialidad de los lugares de las entregas, aade. A los poco metros un grupo de psiclogos inicia la misma ruta de ayuda.