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La reduccin de la jornada laboral ha sido uno de los escollos. El texto que han trabajado tiene el empleo como eje de la legislatura.
Los pactos entre el PSOE y Sumar, antes Unidas Podemos, tienen ya su liturgia. La negociacin avanza bajo el radar, mientras en la superficie se escenifican roces, tensiones, versiones contradictorias… y al final, a deshoras, tachn!: pacto. El acuerdo de gobierno para una hipottica reedicin de la coalicin sigui al pie de la letra este mtodo. En un dilogo intensificado y acelerado en las ltimas semanas, pilotado por Mara Jess Montero (PSOE) y Nacho lvarez (Sumar), Pedro Snchez y Yolanda Daz se reunieron el lunes por la maana para dejar encarrilada una fumata blanca que sus equipos rubrican entrada ya la noche, tras limar las fricciones que quedaban, entre las que destacaba la reduccin de la jornada laboral. “Est a falta de matices”, dicen las fuentes consultadas.
Este martes se espera la escenificacin de este pacto de Gobierno, con la percha adems de que Snchez y Daz acuden a La Moncloa al Consejo de Ministros. Habr acuerdo, por tanto, pero an queda la duda de si habr investidura.
Despus de desbrozar un camino que ha dejado el reparto de ministerios para ms adelante, aunque no es territorio virgen, el meollo estaba en torno a rebajar el tiempo de trabajo. La gran bandera que ha querido exhibir Sumar y con la que ha querido presionar y retratar al PSOE. “La pelota est en el tejado del PSOE”, repetan en las ltimas horas fuentes de la cpula del partido de Daz.
Los socialistas se sacudan esa coaccin sealando que prcticamente estaba cerrado el acuerdo. La vicepresidenta segunda, que ha cancelado un acto que tena este lunes a las 18.00 horas para supervisar el pacto, puso desde un primer momento sobre la mesa reducir la actual jornada de 40 horas semanales a 37,5 horas en 2024, esto es, media hora al da el horario laboral, y a partir de ah abrir un debate sobre este asunto.
“Nos dicen que no”, respondan en los ltimos das los negociadores de Sumar cuando se les preguntaba por esta cuestin. Ocurre que el PSOE, en su programa electoral para el 23-J s abogaba por esto. As lo recoga su documento: “Continuaremos impulsando el proyecto piloto de reduccin de jornada laboral para empresas industriales con medidas destinadas a la reduccin de las jornadas laborales sin merma salarial”.
Incluso la vicepresidenta Nadia Calvio, a quien se situaba como una de las ms reacias a esta medida, este lunes ya dej entreabierta la puerta, al admitir que ste era un asunto que “va a estar muy presente en los prximos aos” y en vez de cerrar la puerta remita al “dilogo con los agentes sociales y en la negociacin colectiva”.
Fuentes gubernamentales consultadas por este diario admiten que cerrar el acuerdo ahora, precipitarlo incluso antes de que acabe octubre, que era el plazo que se haban fijado Snchez y Daz, “polticamente nos va bien”. No ya slo porque se escenifique un proyecto de Gobierno, porque se llene de contenido y medidas un calendario silente, vaco e incierto a la espera de la amnista, sino tambin porque se publicitan una serie de iniciativas con las que durante unos das el presidente del Gobierno aparta el foco, aunque sea mnimamente, del perdn a los independentistas y del desgaste por el silencio que mantiene sobre su posicin sobre el asunto.
El empleo, gran eje
El texto que PSOE y Sumar han trabajado cuenta con una importante carga socioeconmica: agenda social y foco en el mercado laboral, con la autoimposicin del pleno empleo como uno de los grandes mensajes, as como las condiciones laborales y salariales. Fuentes de la negociacin apuntan a este diario que el empleo es el gran eje. A nivel territorial, la apuesta por la convivencia con Catalua. Este despliegue de medias sociales tiene tambin el trasfondo para Snchez de querer contrarrestar los efectos electorales negativos que pudiera conllevar pactar una amnista con los independentistas. Y es que a pesar del pacto con Sumar, la investidura sigue en manos de ERC y, sobre todo, Junts.
La negociacin entre ambos socios comenz la semana siguiente a las elecciones generales del 23 de julio. Desde Sumar ya trasladaron sus primeras propuestas al PSOE. Sin embargo, los socialistas priorizaron avanzar en el dilogo con ERC y Junts sobre la amnista y relegaron a un segundo plano las conversaciones con el partido de la vicepresidenta segunda. La sensacin en esos primeros compases es que Sumar, a juicio del PSOE, planteaba una propuesta “demasiado ambiciosa” y ellos estaban “concentrados en lo difcil”.
Las posiciones se han ido modulando, las negociaciones intensificando. Eso s, los socialistas tienen claro cmo ser la legislatura: “No vamos a aprobar centenares de leyes como la legislatura pasada. No es verdad. Vamos a aprobar cosas, pero no va a ser as”.
As, la negociacin transit en septiembre a un paso y con unas expectativas que no convencan a Sumar que exiga al PSOE que se moviera y que pusieran las bases de un programa de gobierno “ambicioso”. Los tiempos se aceleraron una vez que Snchez fue propuesto como candidato a la investidura por el Rey el 3 de octubre. El lder socialista se reuni el da 4 con Daz en el Congreso y se comprometieron a firmar en octubre su acuerdo de coalicin. Menos de un mes. El intercambio de documentos, llamadas, mails… se aceler. No hay fines de semana o festivo. Lneas abiertas, canales permanentes. Veinte das despus, esperan firmar.
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