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Son las 12.00 en punto y an viene bajando una riada de banderas constitucionales y europeas por Serrano, por Alcal, por el Paseo de El Prado, por Gran Va y por Alfonso XII. A orillas del Retiro descansan los autobuses como barcazas varadas. Ms all de Coln, a casi un kilmetro, la barahnda va desvanecindose. La concentracin se extiende hacia todas las direcciones desde Cibeles como centro de la protesta.
Segn los organizadores, la convocatoria ha congregado a alrededor de un milln de personas. La Delegacin del Gobierno, por su parte, lo cifra en 170.000 asistentes, ms del doble que las 80.000 que asegur que se haban reunido el domingo pasado, tambin en Madrid, en la manifestacin convocada por el PP.
Hay menos apiamiento que en otras ocasiones, pero el goteo continuo surte efecto: decenas de miles de personan van abarrotando la plaza de Cibeles de Madrid y sus aledaos. El azul de la insignia comunitaria contrasta con las algaradas de Ferraz, donde vuelan los anatemas contra la UE.
Son las 12.00 en punto en todos los relojes del autodenominado “constitucionalismo”, que estalla en un grito unvoco contra la amnista: “No en mi nombre!”. Ms de un centenar de asociaciones y foros de la sociedad civil han dicho basta y han organizado la gran manifestacin contra los pactos de Pedro Snchez y los independentistas de Junts y ERC.
Sin siglas de partidos, pero con la presencia de la plana mayor del PP y de Vox, la protesta de este sbado en Madrid se ha diseado como el eje central de la respuesta contra los acuerdos para borrar los delitos del procs. En torno a la Plaza de Cibeles se condensaba este sbado un enorme torrente de energa cvica contra los peajes de la investidura.
Conjurado ya el peligro de haberse desfondado en las anteriores protestas, los manifestantes han prorrumpido en una gran ovacin a Alejo Vidal-Quadras ha desprecintado el acto. El ex presidente del PP cataln y fundador de Vox se recupera del disparo en la cara que sufri hace una semana. Desde el escenario principal ha retumbado por la megafona el tuit con el que ha dado prueba de su recuperacin: “El sanchismo convierte al adversario electoral en enemigo a expulsar del sistema mediante la destruccin de los consensos constitucionales bsicos”.
Pero los gritos ms entusiastas del inicio de la manifestacin no han sido esos, sino “Pedro Snchez, hijo de puta!”, o su sinnimo eufemstico “me gusta la fruta!”. Esto ltimo se lo han repetido con insistencia a su autora, Isabel Daz Ayuso, a su llegada a Cibeles. Despus ha hecho fortuna el consabido “Puigdemont a prisin!”, escalado luego a “Pedro Snchez, a prisin!”.
“No vamos a tener ningn tipo de miedo”, ha arengado Feijo a los suyos en sus declaraciones a los medios. “Una cosa es tener el poder y otra tener la razn. Una cosa es haber conseguido los apoyos suficientes, pero saben que no tienen los votos para hacer lo que estn haciendo”, ha subrayado.
“S que ahora mismo, en esta plaza, tambin hay muchos socialistas” cmo l, ha dicho Flix Ovejero, que se avergenzan de un PSOE que est “clnicamente muerto”. Y Andrs Trapiello ha subrayado que “la compraventa” del Estado ha destapado una operacin divisoria del PSOE: “Snchez quiere volvernos locos” con “una amnista que es un adefesio”. “Su ambicin personal no tiene lmites ni escrpulos”, ha aadido.
Albert Boadella ha alertado de que Espaa “va camino de acabar en una dictadura”. “Me jode!”, ha rematado el dramaturgo.
El manifiesto del centenar de asociaciones convocantes subraya que con “la aprobacin de la inconstitucional amnista y el futuro referndum para la independencia se entra en una nueva fase de un proceso que pone en riesgo cierto la existencia misma de Espaa como espacio de garanta de nuestros derechos y libertades y como entidad histrica multisecular”. “No podemos permanecer impasibles ante ello”, aade. “Nos jugamos el ser o el no ser”, apostilla.
“La resistencia debe continuar”
Fernando Savater ha cerrado los discursos. “Si alguien quiere irse, que se vaya, pero que no se lleve nada”, ha resumido el filsofo y articulista. “Hay que escoltar a Puigdemont, me parece bien: hay que escoltarlo, llevarlo a Alcal-Meco y dejarlo all”, ha aadido, antes de proclamar: “ste es el primer paso de una resistencia que tiene que continuar”.
A preguntas de la prensa, Santiago Abascal ha revelado que le ha pedido una reunin a Feijo para articular una respuesta conjunta y analizar las posibilidades que tiene el Senado de parar la ley de amnista.
Y ha aadido que “no podemos dar la batalla por perdida, hay que seguir resistiendo con una movilizacin social sostenida, dar una respuesta institucional coordinada en las regiones donde no hay una mayora golpista, en el Senado y comunicar a todos nuestros aliados internacionales qu es lo que est ocurriendo en Espaa con el ataque a la independencia de poderes, a la igualdad de los espaoles y a la Constitucin”.
Por su parte, Isabel Daz Ayuso ha llamado a “parar entre todos lo que est sucediendo en Espaa”. “Nos estn llevando a una situacin lmite y sin sentido nunca vista en democracia y el dao es irreversible”.
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