“Masacre en Koh Phangan: cadena perpetua para Daniel, el joven espaol, hijo de una estrella, que asesin y desmembr a un mdico colombiano”.

Con este titular arrancaba un diario tailands la noticia de la condena a cadena perpetua que le haba cado a Daniel Sancho por el asesinato de Edwin Arrieta. Muchos medios locales de este pas del Sudeste Asitico recogieron el jueves la sentencia, pero sin dar un gran despliegue informativo.

En Tailandia estn acostumbrados a escabrosos sucesos protagonizados por extranjeros. A principios de agosto, la polica arrest a dos japoneses, miembros de la temida yakuza, la mafia japonesa, que haban descuartizado meses antes a un compatriota y arrojado sus restos en un basurero de un suburbio de Bangkok.

En julio, en el desierto en Chachoengsao, a unos 50 kilmetros al este de la capital tailandesa, se encontraron restos humanos en estado de descomposicin que pertenecan a una conocida influencer china de viajes llamada Yan Ruimin, quien haba desaparecido un par de semanas antes en Bangkok. Otro ciudadano chino fue detenido poco despus en la ex colonia portuguesa de Macao acusado de haber secuestrado, asesinado y descuartizado a Yan.

A principios de este ao, las piernas mutiladas de un hombre aparecieron en la nevera de un apartamento en Bangkok. En el bao, dentro de la baera, haba una motosierra. Ms restos del cuerpo fueron hallados en un basurero cercano. Se trataba de un ciudadano birmano.

A finales de julio del ao pasado, apenas una semana antes de que estallara el caso Sancho, el cadver de un empresario alemn, Hans-Peter Mack, de 62 aos, apareci troceado en la nevera de un hotel al noreste del pas. Junto con el cuerpo, los investigadores descubrieron una motosierra inalmbrica, un par de cortasetos y rollos de plstico. Dos sospechosos, tambin alemanes, fueron detenidos.

Fue en la isla de Koh Phangan, en el Golfo de Tailandia, donde se encontraron algunas partes del cuerpo de Edwin Arrieta despus de que Daniel Sancho desmembrara el cadver y se deshiciera de los restos. Otra isla muy prxima, Koh Tao, paraso de surfistas y buceadores, arrastra un largo historial de turistas extranjeros muertos.

En 2014 aparecieron en una playa los cadveres de dos ciudadanos britnicos, David Miller y Hannah Witheridge. Dos trabajadores migrantes birmanos fueron declarados culpables del asesinato y condenados a la pena capital. Ese mismo ao, Nick Pearson, otro turista britnico, apareci muerto bajo un acantilado de 15 metros. La polica afirm que se trataba de un suicidio.

En 2015, un turista francs llamado Dmitri Povse apareci ahorcado y con las manos atadas a la espalda. Pocos despus, una visitante rusa, Valentina Novozhyonova, desapareci mientras buceaba y las autoridades concluyeron que se haba ahogado en el mar.

Un ao despus, Luke Muiller, turista ingls, fue encontrado ahogado en una piscina. Elise Dallemagne, de Blgica, fue hallada ahorcada en medio de la jungla en 2017. Alexandr Bucspun, de Moldavia, se ahog en 2018 mientras nadaba en el mar por la noche. La argentina Roco Gmez se ahog a seis metros de profundidad mientras practicaba buceo en 2021.

Los crmenes con apellidos internacionales enganchan al pblico local, en parte porque los peridicos y canales de televisin no esconden ningn detalle escabroso o imagen de vctimas y verdugos. Pero el suceso reciente ms seguido lo ha protagonizado una asesina en serie tailandesa: Sararat Rangsiwuthaporn mat a 14 personas envenenndolas con cianuro. Los asesinatos ocurrieron entre 2015 y 2023 en ocho provincias. Fue detenida en abril del ao pasado.

En Tailandia, en las ltimas dos dcadas, las portadas de los diarios han abierto de vez en cuando con la perturbadora historia de algn asesino en serie. Est el bautizado como el “asesino de la camioneta”, Nirut Sonkhamhan, quien envenen entre 2011 y 2012 a nueve taxistas con plaguicidas. Cuatro de ellos fallecieron. Retrocediendo unos aos encontramos a Somkid Pumpuang, apodado el Jack el destripador tailands. Fue condenado a muerte en 2021 porque, entre enero y junio de 2005, mat y descuartiz a cinco mujeres que trabajaban como masajistas en clubes nocturnos.