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En los pasillos de Ferraz hay un cartel con un primer plano de Pedro Snchez sobre un fondo blanco. Ahora s, se lee sobreimpresionado en grandes letras rojas. Es un ahora aorado por los socialistas, un pasado, 2019, cuando las urnas les sonrean. Cuatro aos despus, ahora no. Debacle. Hundimiento. Castigo. Espaa censura a Pedro Snchez y hunde al PSOE. De nueve comunidades que gobernaban, los socialistas tan slo retienen tres: Asturias, que queda como gran reducto socialista, Castilla-La Mancha -Page estuvo en el alero durante toda la noche- y Navarra, sta ltima pendiente de pactos y del factor Bildu. Un poder territorial dilapidado, un dursimo correctivo de los espaoles en una cita fijada como prembulo de las generales que sern a finales de ao.
En la primera cita electoral a nivel nacional desde 2019, no pasan la prueba del algodn. Las urnas certifican la dinmica del voto contra Snchez, contra el Gobierno porque La Moncloa y Ferraz aceptaron y avalaron una dinmica en clave nacional, protagonizando y acaparando anuncios. Los socialistas se desangran, en una catstrofe electoral que pone en jaque el proyecto de Snchez.
Los alcaldes y, sobre todo, los presidentes autonmicos, confiaban en que el elector valorase la gestin del que mandaba en estos aos, pandemia y guerra en Ucrania incluidas, como haba sucedido en los ltimos comicios autonmicos celebrados. Pero el 28-M deja lecturas como que la penalizacin a los candidatos ha sido tal que no ha importado marcar distancias y ser crtico como el aragons Javier Lambn, que pierde el gobierno -el propio Emiliano Garca-Page, otro barn crtico, estuvo a punto de perder el poder-, o ms afines al presidente del Gobierno como el valenciano Ximo Puig o la balear Francina Armengol, tambin desalojados. O que la presencia de Snchez en mtines en distintos puntos de Espaa nosirvi si quiera para que los socialistas retengan en esos feudos:Sevilla, Puertollano, Alcal de Henares, Gijn, Valencia -cogobernaban-, Palma de Mallorca…
Me he recorrido toda Espaa, he pisado mucha calle. Una cosa era la percepcin en el Gobierno y en partido y otra lo que percibas en la calle. S se haba mejorado algo, pero quedaba y queda mucho por trabajar. As resume un destacado dirigente socialista el estado del partido, reconociendo un esquema de voto contra Snchez en estos comicios. Dos imgenes ejemplifican el hundimiento socialista: en slo una hora, entre as 21 y las 22 horas de la noche, el color rojo desapareca del mapa espaol para encenderse el azul; pierden el alma del PSOE, Sevilla y como sntoma del declive, pierden Huelva, Granada, Toledo, Castelln, Segovia, Burgos, Gijn, Murcia, Palma… hasta Valladolid, que no entraba en ninguna previsin catrastrofista. Paladas de tierra en el proyecto de Snchez, que se queda sin fuelle en el trampoln ahora mismo.
Estas elecciones van de elegir alcaldes y presidentes autonmicos, reclamaban los candidatos socialistas. Pero el Gobierno plante estas municipales y autonmicas como una plataforma para vender gestin. Los candidatos desgranaban y hacan pedagoga con las medidas implantadas desde el Consejo de Ministros, y Snchez remataba con anuncios, unos nuevos, otros recuperados. Una estrategia que molest en algunos territorios, debido a que vieron cmo no se haca guios a sus demandas y se eclipsaba su da grande con iniciativas de caracter nacional. Fue una estrategia de anuncios made in Moncloa sin calibrar bien el recorrido que poda tener eso, exponen cargos socialistas. Una puesta en escena que permiti al PP asentar el marco de plebiscito contra Snchez y martillear con el mensaje de que el 28-M era una oportunidad para derogar el sanchismo.
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