Junts lo quiere fiar todo al factor emotivo. Es decir, a Carles Puigdemont. El regreso a Catalua del ex presidente cataln, seis aos y medio despus de su huida a Blgica, para convertirse nuevamente en el inquilino del principal despacho del Palau de la Generalitat es, sin duda, la mejor carta de presentacin para los neoconvergentes de cara a las elecciones autonmicas del prximo 12 de mayo.

El adelanto de los comicios a mitad de semana por parte de Pere Aragons, tras ver rechazados sus Presupuestos en el Parlament, ha cogido con el pie cambiado a varios partidos. JxCat es una de las formaciones que an no haba elegido a su cabeza de cartel para una cita que nadie prevea tan pronto y que poda haber llegado en febrero de 2025. Desde el mismo instante en que el actual jefe del Govern comunic la fecha de la convocatoria, y con el camino despejado para una Ley de Amnista en vigor dentro de dos meses, la sala de mquinas de Junts y el propio ex president juegan la baza de su inminente regreso para estar presente en la sesin de investidura que tendr lugar en la Cmara catalana. Y, si es como candidato, lo desvelar el propio Puigdemont en los prximos das.

Mientras, para agigantar su leyenda en el martirologio del independentismo, el entorno de Puigdemont alimenta las especulaciones sobre lo que podra ocurrirle una vez cruce la frontera y pise terreno espaol. Est dispuesto a asumir todas las consecuencias, apunt ayer su abogado, Gonzalo Boye, en una entrevista en Rac1. Incluso a ser detenido, concret el letrado, que apunta a finales de mayo o principios de junio como el abanico de posibles fechas para la vuelta del eurodiputado. Tambin el secretario general de JxCat, Jordi Turull, desliza la posibilidad de que haya jueces que se resistan a aplicar la medida de gracia en el caso de Puigdemont: Si estn dispuestos a prevaricar y cometer una atrocidad como detenerlo, ellos sabrn.

Los datos de cualquier pronstico demoscpico que pueda hacerse de las catalanas bailarn en funcin del nombre propio que ocupe el primer puesto de la lista neoconvergente. La prueba emprica de que no habra mejor campaa para JxCat que blandir el retorno de quien lider el Govern que organiz el referndum del 1-O es lo que sucedi en las elecciones que se celebraron dos meses despus de aquel convulso octubre de 2017.

En aquellos comicios, convocados por el Gobierno de Mariano Rajoy tras la aplicacin del artculo 155 de la Constitucin, el regreso a Catalua de Puigdemont, que haba huido a Blgica despus de la proclamacin de la declaracin unilateral de independencia, fue el eje de la campaa de Junts per Catalunya, que entonces an no era un partido, sino la plataforma que cre el ex president en plena refundacin convergente de cara a aquellas elecciones autonmicas.

El vdeo de un anuncio en el ecuador de aquella campaa no dejaba lugar a dudas. Caminando sobre la hojarasca de un bosque, Puigdemont avanzaba hacia un lugar indeterminado mientras el discurso de una voz en off conclua: Para que vuelva el president, hay que votar al president. JxCat estaba en pleno esprint final en su propsito de ganar los comicios del 21 de diciembre o, como mnimo, revertir las encuestas y situarse por encima de Esquerra Republicana.

Sucedi lo segundo porque Ciudadanos se alz con la victoria en las urnas con 36 escaos, pero Junts obtuvo dos diputados ms que su rival en el campo nacionalista (34 frente a 32 con apenas 13.000 votos ms), lo que vali para volver a constituir un Govern independentista liderado por la antigua Convergncia.

Regreso en falso

Pero el viaje de vuelta a Barcelona acab por ser una de esas promesas electorales suspendidas en el tiempo sine die. Prolfico en el uso de las redes sociales, Puigdemont sigui especulando en das posteriores a aquellas elecciones con su vuelta a casa y, jugando al despiste, public durante algunos das imgenes que sugeran un camino de regreso. Abri el enigma, a principios de 2018, una fotografa de una carretera que conduce a unas instalaciones policiales en la localidad de Camprodon, en la provincia de Girona, muy cerca de la frontera francesa.

El amago de lo que hubiera sido un desafo a la Justicia lleg a incluso al da antes de la sesin de investidura que el Parlament haba programado para el 30 de enero. En la jornada previa, Puigdemont publicaba una fotografa de una de las calles adyacentes al parque de la Ciutadella, donde se ubica la Cmara catalana, acompaada por un texto sobre su candidatura a la presidencia de la Generalitat: Por el pas, por las libertades, por nuestras instituciones, por la democracia, por la dignidad, por el futuro y por ti. La incgnita dur pocas horas porque finalmente la sesin fue suspendida despus de que el Tribunal Constitucional hubiese prohibido una eleccin a distancia desde Blgica.

Puigdemont, que en 2019 se convirti en eurodiputado, lider nuevamente la lista de Junts en las autonmicas de 2021, pero ya nicamente de forma simblica y dejando a la nmero dos, Laura Borrs, como verdadera candidata. El resultado fue adverso al de 2017, ERC dio la vuelta al marcador y se impuso a los neoconvergentes como segunda fuerza ms votada tras el PSC.

De este modo, el ex presidente cataln habr esperado al menos hasta este 2024, ya con una Ley de Amnista, para consumar el prometido regreso y recorrer los ms de 1.300 kilmetros que separan la Casa de la Repblica, su residencia en la Avenue de l’Avocat (avenida del Abogado) de Waterloo, y Barcelona.