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La ltima vez que le robaron, a Ramn Salado no solo le desvalijaron los olivos de su finca de Aznalczar (Sevilla). Los ladrones se llevaron varios cientos de kilos de aceituna, unos 700 segn sus estimaciones, porque son eso, estimaciones. Pero lo peor fue el destrozo que le hicieron a los rboles. Ramn aventura que fue un grupo de cuatro hombres, que llegaron en un coche a su finca, armados con rastrillos, lo habitual, y que en menos de una hora desnudaron sus rboles arrasando con todo lo que se puso por delante, dejando en el suelo kilos y kilos de aceituna que no se poda aprovechar e infligiendo heridas a los rboles que, en el mejor de los casos, se traducirn en una cosecha ms pobre en la prxima campaa.
Eso fue, recuerda este agricultor de Umbrete con tierras en ese pueblo de Sevilla y en otros cercanos (Bollullos de la Mitacin y Aznalczar), en el mes de septiembre, hace apenas unas semanas. No puede precisar ms y no es porque, a sus 70 aos, tenga mala memoria. Es porque a Ramn le roba, de media, tres o cuatro veces cada campaa.
Cuenta desde su pueblo, desde Umbrete, que “nunca antes” haba visto tal cantidad de robos en el campo, y eso que lleva “toda la vida” en el tajo. Ha convivido, desde siempre, con los ladrones, con robos que se producan, eso s, de vez en cuando. No casi cada da, como ahora. “Es una barbaridad”, se queja, y lo peor es que se confiesa impotente. Poco puede hacer por evitarlo, explica, ms all de “estar todo el da dando vueltas”.
El de Ramn no es un caso aislado, ni mucho menos. Segn algunas de las principales organizaciones agrarias, como Asaja y UPA, los robos en las explotaciones agrarias se han multiplicado en los ltimos aos y, en el caso particular de la aceituna, se han duplicado o triplicado, segn los casos y las provincias.
Cosechas cada vez ms escasas pero, al mismo tiempo, de excelente calidad, unos precios que han experimentado incrementos estratosfricos y la relativa facilidad para dar el golpe en grandes extensiones al aire libre y con una seguridad limitada explican el incremento de la delincuencia relacionada con el oro (ms que nunca) verde en provincias como Sevilla -a la cabeza-, Crdoba, Granada o Almera, por citar las ms afectadas, aunque no son las nicas.
Un dato basta para comprender cmo el fruto del olivo se ha convertido en un botn preciado: en apenas un ao el kilogramo de aceituna ha pasado de comprarse a 0,70 euros a multiplicarse por dos, hasta los 1,40 euros. Hagan la cuenta: si un grupo de tres o cuatro personas pueden legar a sustraer hasta 400 kilogramos de olivas en una hora, en ese tiempo cada uno de ellos puede ganar 140 euros. Y lo habitual, cuenta Felipe Gayoso, asesor jurdico de Asaja Sevilla, es que en una jornada los mismos ladrones asalten varias explotaciones.
“No es normal lo de este ao”, coincide Gayoso, que se queja de que, en lo que respecta a la provincia sevillana, en otras campaas las autoridades se reunan con los agricultores y se organizaba un operativo de seguridad para, si no acabar, s al menos reducir todo lo posible los robos.
S se ha hecho una reunin como la que echa en falta Gayoso en Crdoba, donde se ha registrado este ao el golpe ms impactante al sector. A finales del mes de agosto, la almazara Marn Serrano El Lagar, del municipio de Carcabuey, fue objeto de un asalto sin precedentes en el que los ladrones, perfectamente organizados y equipados, vaciaron los tanques y se llevaron 56.000 litros de aceite de oliva, un botn valorado, a los precios en los que se est vendiendo este producto, en alrededor de medio milln de euros.
Ms de dos meses despus, varias personas han sido detenidas y se han recuperado unos 50.000 litros del aceite robado tras una investigacin que la Guardia Civil de Crdoba est a punto de finiquitar.
En Sevilla, el instituto armado culmin esta misma semana otro gran operativo saldado con la intervencin de 91 toneladas de aceitunas robadas y 400 litros de aceite de etiquetado falso llevado a cabo en seis localidades de la provincia. Como responsables, hay 30 investigados por robo, falsedad documental y estafa y unas semanas atrs, en Pilas, ya se incautaron de 73.350 kilos de olivas igualmente sustradas.
Pero da la sensacin de que faltan manos para abordar un problema que est poniendo en jaque a un sector, el agrcola, ya de por s castigado.
Segn las propias estadsticas del Ministerio del Interior -las correspondientes a 2022, el ltimo ejercicio cerrado- en Espaa solamente se resuelve el 18% de los robos que se cometen en explotaciones agrcolas y ganaderas. El ao pasado fueron, en todo el pas, 10.992 y los resueltos no llegaron ni a los 2.000.
En lo que respecta a Andaluca, Sevilla es la provincia ms afectada con 755 robos, de los que se resolvieron 193, el 25,5%, mientras que en Crdoba se contabilizaron 596, con solo 80 resueltos; en Almera, 441, con 52 resueltos; en Jan, con 376 y 58 resueltos; en Granada, 324, con 55 resueltos; Huelva, con 339 y 68 resueltos; Mlaga, con 205 robos y 46 resueltos; Cdiz, 169 y 27 resueltos.
Gayoso hace, sobre estos datos, un matiz que no es banal. Las estadsticas del Ministerio del Interior nicamente recogen los robos denunciados y stos son, precisa el asesor jurdico de Asaja, una pequea parte del total. Segn sus clculos, apenas el 20% de las sustracciones se ponen en conocimiento de las fuerzas de seguridad y, por lo tanto, se investigan. Dicho de otra forma, habra que multiplicar por cinco la cifra oficial para acercarse a la realidad. Lo que no se puede precisar, aade, es cuntos de esos robos son de aceitunas porque en el campo, a estas alturas, afirma, “se roba de todo”, desde cables de cobre a bombas de agua, pasando por las cosechas.
Aunque las fuerzas de seguridad aseguran que se han reforzado los medios y los controles, la impotencia en el sector es tal que ha llevado a tomar medidas por su cuenta, incluida la contratacin de vigilancia privada o la creacin de redes por parte de los afectados en las que se comparte informacin y se da la alerta ante la ms mnima sospecha. Destaca, en esta lnea, grupos de Telegram que se han constituido en el Aljarafe sevillano o en Arahal, en el que, incluso, hay agentes de la Guardia Civil que reciben, as, avisos en tiempo real.
Otra de las asignaturas pendientes, remarca Cristbal Cano, secretario general de UPA en Andaluca, es el refuerzo de los controles en los puntos en los que la aceituna se introduce en el mercado, los puntos de venta. Esa labor, detalla, corresponde a la Junta de Andaluca, y si se extremasen las inspecciones que deben garantizar que el fruto que llega al mercado tiene una procedencia legal, el emergente contrabando de aceituna encontrara una barrera mucho ms difcil de sortear.
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