Juanma Moreno sell un triplete electoral que demuestra la consolidacin del cambio, aunque sus reformas no han provocado an los resultados buscados

El ao comenz con el pasello de los condenados por el caso ERE entrando en prisin, una vez agotados todos los recursos y con la excepcin del expresidente Jos Antonio Grin, a quien se concedi un aplazamiento de la pena por un cncer de prstata. La imagen de varios de los ex altos cargos socialistas de la Junta llegando a la crcel sevillana es sin duda una de las que mejor resumen el cambio de era. Pero, aunque el PSOE perdi el Gobierno de la Junta tras las elecciones de diciembre de 2018, no ha sido hasta este 2023 cuando se ha consolidado la nueva hegemona poltica del Partido Popular, con dos victorias electorales en las municipales de mayo y en las generales de julio que completan la tripleta que se inici con la mayora absoluta obtenida un ao antes en las autonmicas.

Con ese palmars, el PP de Juanma Manuel Moreno se ha ganado a pulso el respeto de su partido y se ha convertido en uno de los referentes a nivel nacional, siendo el barn que gobierna la comunidad ms poblada y el que reivindica una manera propia, la va andaluza, de ejercer el poder, que bsicamente consiste en llegar a acuerdos cuando es posible, en confrontar lo necesario y en huir de la batallas culturales adoptando incluso como propias algunas banderas que en el pasado fueron patrimonio de la izquierda: la del andalucismo, la del ecologismo o la del feminismo.

Con la llegada a la direccin del PP de Alberto Nez Feijo, esa va andaluza pareca imponerse en la estrategia de Gnova para intentar captar la confianza del centro y del centro izquierda del electorado y compensar as lo que se pierde por la derecha a manos de Vox. La influencia del PP andaluz pareca, adems, garantizada con la presencia en la direccin nacional de Elas Bendodo, que fue mano derecha de Juanma Moreno y tena como misin trasladar a la poltica nacional el patrn del xito andaluz.

Pero, tras no alcanzar sus objetivos en las generales del 23 de julio, Feijo parece haberse desengaado en alguna medida y ha rehecho su equipo para disear una estrategia propia de oposicin para una segunda legislatura de Pedro Snchez con la que en el PP no contaban. Bendodo ha dejado de ser el nmero tres del partido aunque ha sobrevivido como vicesecretario general de Poltica Autonmica y Municipal. Las cornadas que no te matan te hacen ms fuerte, resumi el poltico malagueo durante una intervencin en pblico unos das despus, reconociendo de alguna forma el rejonazo. Hay quien apunta, incluso, que algo se ha roto en la relacin entre Feijo y Moreno, por ms que la influencia del segundo nunca se ha ejercido por personas interpuestas y tiene ms que ver con el poder territorial que acapara en Andaluca que con colocar ms o menos peones en la ejecutiva nacional.

Con todo, la prioridad de Juanma Moreno no est ahora en el poder orgnico sino en la gestin. Transcurridos cinco aos de su llegada al Palacio de San Telmo, el PP corre el riesgo de perder el impulso del cambio sin rematar las reformas prometidas ni obtener los resultados deseados.

Con un ciclo econmico expansivo, con fuertes inversiones apadrinadas desde Bruselas y con la estabilidad de una mayora absoluta, los inversores han respondido con entusiasmo a la llamada de una comunidad en la que se anunciaba una reduccin drstica de la burocracia y de la maraa legislativa y una revolucin fiscal.

Pero, de momento, el impulso sigue siendo insuficiente para sacar a Andaluca del vagn de cola de la economa en Espaa. Los datos del PIB por habitante as lo constatan. Y el proceso de convergencia es todava demasiado dbil y renqueante.

El impacto de la sequa en la economa andaluza justifica de alguna manera la ralentizacin de su reactivacin. El Gobierno andaluz insiste, por otro lado, en la desventaja de un modelo de financiacin que escatima recursos a las comunidades ms pobladas para regar de inversiones a las comunidades ms ricas. La reforma de ese modelo seguir siendo un caballo de batalla frente al Gobierno de Pedro Snchez. Andaluca insiste en que pierde 1.100 millones anuales y exige un fondo de compensacin transitorio para las comunidades infrafinanciadas como la Valenciana o la Regin de Murcia.

Pero el discurso del agravio no bastar para tapar los dficits de gestin, que se ponen de manifiesto en las listas de espera sanitarias o incluso en los resultados del informe PISA, que han obligado al Gobierno andaluz a replantearse algunas de las reformas pendientes y que ya no admiten demoras.