La Guardia Civil la considera la líder de Tsunami Democràtic y teme acabar encarcelada si regresa a España

La fugada Marta Rovira y el procesado Josep Maria Jové estarán al frente del equipo de ERC que negociará la investidura de Pedro Sánchez.

La secretaria general de los republicanos y el cerebro del 1-O asumirán el mando de la negociación política, mientras que Gabriel Rufián quedará relegado a las discusiones estrictamente parlamentarias, como las relacionadas con la constitución de las Cortes o la formación de los grupos parlamentarios. Teresa Jordà, que formó tándem con Rufián en la candidatura a las generales, ejercerá de portavoz durante las conversaciones.

Rovira, la número dos de ERC, continúa huida en Suiza a pesar de que, tras la reforma del Código Penal, sólo está acusada de desobediencia, un delito que no acarrea penas de cárcel. Sin embargo, se resiste a regresar a España por la causa judicial abierta por los altercados durante las manifestaciones de la sentencia del procés. La Guardia Civil la sitúa al frente de la cúpula de Tsunami Democràtic, la organización que diseñó las protestas que desembocaron en actos de boicot y violencia repartidos por toda Cataluña, y eso le hace temer un ingreso en prisión.

ERC diseña su equipo negociador mientras trata de acordar, en paralelo, un «frente común» con Junts para abordar conjuntamente la negociación de la investidura de Sánchez. Para ungir al socialista, los republicanos reclaman como exigencias, el mantenimiento de la mesa de negociación, el fin del «déficit fiscal» y el traspaso de Cercanías. Mientras que Junts reclama la amnistía para los implicados en el 1-O y la autorización del Gobierno para celebrar un nuevo referéndum, esta vez vinculante y homologable internacionalmente.