Los nacionalistas de Andoni Ortuzar aceleran un “relevo generacional” sin garantas pero con un pacto con el PSOE para seguir gobernando juntos. Otegi colocar a una candidata y ser el ‘jefe’ de EH Bildu cuatro aos ms

Ni Iigo Urkullu (Alonsotegi, 1961) ni Arnaldo Otegi (Elgoibar, 1958) sern lehendakaris en 2024. El actual presidente vasco acept como hombre del partido que el PNV le impida presentarse a un cuarto mandato aunque sea l quien decidir cundo convoca las elecciones. El coordinador de EH Bildu confirmar hoy que renuncia a ser candidato. Me he ganado el derecho a decidirlo, ha advertido Otegi en las semanas previas con una frase que marca las diferencias entre ambos.

Euskadi arranc el pasado 29 de agosto la precampaa electoral vasca con un lehendakari pletrico. Un Urkullu dispuesto a sacar brillo a su tercer mandato con un presupuesto rcord de 15.025 millones de euros, con ofertas de empleo pblico en sanidad y en educacin, con grandes proyectos econmicos como el Corredor Vasco del Hidrgeno y con propuestas polticas como la convencin constitucional para abordar un debate sobre la Espaa purinacional.

Tres meses despus, Urkullu se siente en forma pero ha sido apartado por su partido de un factible cuarto mandato para dar paso a Imanol Pradales, una enorme incgnita pese a la campaa de promocin desplegada por el PNV desde el pasado sbado. Pradales se limit ayer a agradecer a su partido el honor de proponerle candidato en un proceso que culminar, si no hay ms sorpresas, el prximo 20 de enero con su proclamacin oficial.

El cambio de Urkullu por Pradales se justifica como una ambiciosa propuesta de relevo generacional, segn explic ayer Andoni Ortuzar a unos doscientos cargos y seguidores congregados en Sukarrieta (Vizcaya) con motivo del homenaje a Sabino Arana, el fundador del PNV, enterrado all. El lder nacionalista apel a las manos rejuvenecidas con nuevas ideas para mantener el desafo de siempre justo despus de haber enfatizado el agradecimiento del PNV a los 12 aos de trabajo de Urkullu al frente del Gobierno vasco. Un eskerrik asko sellado con un abrazo sobre el escenario de Sukarrieta y envuelto en un clido aplauso. Urkullu se sent rpidamente mientras era aclamado y escondi su mirada dirigindola hacia el suelo.

Ese gesto con el que intent esconder sus sentimientos entronca con su decisin de no desvelar cmo se enter de que su partido le negaba la posibilidad de continuar cuatro aos ms en Ajuria Enea. Me lo quedo para m, dijo, amable, tras concluir el acto. El dolor contenido de Urkullu y su entorno qued reflejado tambin el emocionado abrazo entre la esposa de Urkullu Luca Arieta-Araunabea y Manu Castilla, el asesor ms cercano al lehendakari.

Urkullu no slo se prest ayer para abrazar a Imanol Pradales en los prolegmenos del homenaje a Arana, sino que complement el acto de partido con un mensaje institucional para cumplir el contrato social con la sociedad vasca. Desde que se hiciera pblico su relevo forzado, ha insistido ante sus consejeros en seguir con todo el nimo para cumplir el programa de gobierno pactado con el PSOE vasco en 2020.

Todava no s cundo terminar la legislatura, insisti ayer pese a que todos los partidos, incluido el PNV, aceleraran sus maquinarias internas para concurrir ante las urnas en el mes de marzo de 2024, tres meses antes del final oficial de la legislatura. Urkullu -el nico con capacidad para apretar el botn electoral- aludi ayer a circunstancias no slo de Euskadi sino a nivel estatal y europeo como claves para fijar la cita electoral.

Una campaa en la que hoy ser protagonista de nuevo Arnaldo Otegi. El dirigente de la izquierda abertzale no slo ha dejado claro que suya ser la decisin -paradjico en una organizacin casi asamblearia- sino que, adems, quiere controlar desde su incuestionable liderazgo los prximos cuatro aos de EH Bildu. La coalicin que aspira a derrotar en las urnas en 2024 al PNV desvelar en las prximas semanas el nombre de una candidata. Otegi renuncia a ser lehendakari consciente de que el PNV y el PSOE vasco mantendrn en 2024 su alianza si logran juntos ms de 38 escaos.