En la Cmara Baja lo har la prxima semana, el mircoles 19, y en la Alta siete das ms tarde, el 25

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Pedro Snchez aterriza tras varias semanas de actividad internacional y pide comparecer en las Cmaras para estrenar ya de lleno la campaa electoral. En el Congreso lo har la prxima semana, el mircoles 19, y en el Senado siete das ms tarde, el 25.

Oficialmente, La Moncloa seala como objetivo de ambas citas informar sobre la situacin del conflicto en Ucrania, explicar las conclusiones del ltimo Consejo Europeo y abordar el nuevo marco de relaciones entre Espaa y Marruecos cuando se cumple un ao de la cesin, de facto, del Shara al rgimen alau.

En el caso del Senado, el orden del da se matiza para hacer hincapi en los planes puestos en marcha por el Ejecutivo para paliar en los distintos territorios las consecuencias sociales y econmicas de la guerra y previsiblemente para empezar a perfilar nuevas medidas y ayudas que se activaran para el segundo semestre del ao y pavimentaran el camino para las elecciones generales de diciembre.

En el Gobierno han buscado el momento ms apropiado, probablemente uno de los ltimos posibles, para sustanciar estas comparecencias, habida cuenta de que en la primera semana de mayo no se celebran sesiones plenarias y, a continuacin, las formaciones polticas se zambullen de lleno en la campaa para los comicios municipales y autonmicos del 28 de mayo.

La primera cita del presidente en el Congreso se producir previsiblemente un da despus de que en la Comisin de Justicia se confirme por fin la reforma, en sus aspectos penales, de la ley del slo s es s, y un da antes de que la modificacin obtenga, con el apoyo del PP, el visto bueno del pleno de la Cmara.

El crculo de la reforma se cerrar completamente la semana siguiente en el Senado coincidiendo tambin con la comparecencia que el presidente ha solicitado en la Cmara Alta y en la que se pondrn todos los focos porque, sin duda, se interpretar como un debate electoral entre Pedro Snchez y Alberto Nez Feijo.

Que ambas citas se produzcan cuando los desastrosos efectos de la ley del slo s es s se encuentran ya en va definitiva de solucin dibuja un marco en principio propicio para Snchez porque neutralizar la crtica continua a la que se ha visto sometido el Gobierno por parte de la oposicin a cuenta de una norma vendida como el paradigma de la proteccin a la mujer y que, sin embargo, ha tenido como primer resultado ms de 800 rebajas de condena y decenas de excarcelaciones de agresores sexuales.

Sin duda, el presidente tendr que asumir que la ley ha sido un fiasco y tambin que su modificacin slo se ha podido llevar a cabo de la mano de la derecha pero, una vez consumada la expiacin de la culpa, intentar dar por zanjado el problema aunque las reducciones de pena y las liberaciones que ya se han producido no tengan marcha atrs.

Actividad internacional

Ms all del trago amargo de la ley del s es s, el presidente del Gobierno sin duda tendr la oportunidad de poner en valor su actividad internacional, sus gestiones ante el resto de socios europeos con vistas al semestre de Presidencia espaola de la UE y, sobre todo, su visita al presidente chino, Xi Jinping, con quien mantuvo una larga conversacin, poco detallada, a cuenta de la guerra en Ucrania. Igualmente, podr exhibir los ltimos datos econmicos y de empleo e insistir en que si, pese a la pandemia y la guerra, la economa espaola se recupera, “con el viento a favor” se podran lograr cotas de progreso desconocidas.

Con estos argumentos intentar, sobre todo en el Senado, deslucir la imagen de Feijo, un poltico al que desde las filas socialistas se intenta presentar como un “insolvente”.

Las dos comparecencias del presidente deberan tambin servir para aplacar la ola de crticas y malestar que suscitar sin duda en el terreno de la izquierda la anunciada visita del Emrito a Espaa tras encontrarse en privado con el rey Carlos III de Inglaterra. Una visita de ocio decidida por Juan Carlos I sin el acuerdo previo ni de Zarzuela ni de Moncloa y que, sin lugar a duda, despertar una enorme atencin meditica. Puestos a competir por el inters del pblico, en este terreno Snchez en el Congreso y en el Senado probablemente lleve las de perder.