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El acusado lleg a colocarle a la mujer un geolocalizador en el coche
La ex novia de Jos Arcadio D.N, alias el Melillero, ha declarado este lunes en la Audiencia de Mlaga en la segunda sesin del juicio en el que el acusado se enfrenta a un cargo de intento de asesinato de dos mujeres -su ex pareja, Sandra, y la mejor amiga de esta, Cristina-. El fiscal, que tambin le imputa sendos delitos de maltrato habitual, amenazas y pertenencia a organizacin criminal, pide para el Melillero 51 aos y 6 meses de prisin por haberlas rociado con cido sulfrico con la intencin de acabar con sus vidas.
Sandra, que ha presentado declaracin durante una hora y media parapetada tras un biombo para no tener que ver al acusado, ha narrado la brutal agresin de la que ella y su amiga fueron vctimas el pasado 12 de enero de 2021 en la localidad malaguea de Crtama. “Todo fue muy rpido”, ha dicho, y no alcanz a ver si el cido se lo arroj el Melillero o su acompaante -otro de los acusados y al que se conoce como el Poti– porque “nosotras lo nico que queramos era intentar salir del coche porque nos quemaba mucho”, pero si lleg a reconocer a su ex pareja a bordo del vehculo desde el que les lanzaron el corrosivo lquido.
El agua fuerte provoc serias quemaduras a las dos chicas y las oblig a salir del habitculo del automvil para evitar asfixiarse con la inhalacin de los vapores que desprende el cido sulfrico. Mientras el lquido las abrasaba, l rea -ha recordado entre lgrimas- y en su cara pudo ver “una sonrisa de satisfaccin”.
La joven ha precisado que tena miedo de su ex pareja, que haba llegado a amenazarla el da anterior a la agresin cuando ella y su amiga iban en el coche y el acusado, que viajaba en su automvil acompaado por el Poti, les cort el paso. Luego, refirindose al otro procesado, le dijo: “mira, mira, ste es el que se va a encargar de ti” e hizo un gesto de degollarla, ha relatado al Tribunal. Este es un aspecto importante ya que contradice lo relatado por el acusado, que neg en su declaracin haberla amenazado.
Despus de este incidente ya no volvieron a ver al Melillero hasta el da de la agresin, ha recordado angustiada. “Vimos el coche, entr en pnico y seguidamente se pusieron al lado y me cay algo que me quemaba mucho y no me dejaba respirar”, ha explicado entre sollozos. Sandra y Cristina sufrieron profundas quemaduras en el 45% y el 25% del cuerpo, respectivamente. Hoy tras numerosas intervenciones -una docena en el caso de Sandra- continan el proceso de recuperacin de una terrible agresin que les ha dejado importantes secuelas.
La insultaba, la maltrataba y la amenazaba a diario con hacerle dao a ella o a su familia, pero despus le peda llorando que lo perdonase y que no lo dejara, ha contado la chica. Trataba de controlar todos sus movimientos y lleg a colocarle un geolocalizador en el coche, algo que el Melillero reconoci haber hecho, aunque asegur que lo hizo a peticin de su ex novia. “Estaba obsesionado con mi mvil y por saber dnde estaba yo siempre”, ha lamentado Sandra, al tiempo que ha precisado que cuando ella ya no pudo ms y rompi la relacin, “l se lo tom muy mal”.
Este lunes tambin ha declarado un testigo protegido y Cristina, la otra joven que sufri el ataque, que tambin lo ha hecho tras un biombo. Sostiene la misma versin que su amiga: el Melillero las amenaz el da anterior a la agresin con el cido y que lo sucedido fue tan rpido que no pudo ver quin arroj el lquido, aunque ha narrado que el Melillero se puso a sonrer cuando las dos se bajaron del vehculo abrasndose por el cido sulfrico que les haba cado encima.
La versin del testigo ha coincidido con la de las chicas. Ha explicado al Tribunal que observ un automvil parado en un paso de cebra junto a otro situado en direccin contraria. Desde donde estaba pudo ver como de la ventanilla del conductor, donde estaba el Melillero, sala una mano con una bolsa y que echaba lquido a travs de la ventanilla del otro coche.
Segn el relato del Ministerio Pblico, el Melillero orden al Poti que se acercara a las chicas y les arrojase el cido “para atentar contra sus vidas” y con esta actuacin dara por saldada una deuda que el Poti, con el que trabajaba, haba contrado con l. Para el Poti el fiscal pide una pena total de 38 aos y cuatro meses por dos delitos de asesinato en grado de tentativa, organizacin criminal y amenazas graves.
El juicio, estaba previsto para el pasado junio pero hubo de retrasarse debido a un problema de salud de un letrado de la acusacin particular, continuar los das 24, 27 y 30 de noviembre y el 1 de diciembre en la Seccin Octava de la Audiencia de Mlaga.
El Melillero cuenta con numerosos antecedentes penales y sobre l pesan sentencias firmes por robo, lesiones, contra la seguridad vial, hurto, conduccin temeraria e incluso fue condenado por un delito de malos tratos en el mbito familiar contra otra una pareja sentimental anterior, pero haba logrado eludir a la justicia.
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