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En una celda con hasta 50 presos, practicando yoga, entrenando Muay Thai (boxeo tailands) y leyendo, as ha pasado casi ocho meses en la prisin de la isla tailandesa de Samui el joven espaol Daniel Sancho, acusado del asesinato del colombiano Edwin Arrieta y cuyo juicio comienza en una semana en Tailandia.
La gravedad del caso y el atronador ruido meditico que ha generado contrastan con el ambiente relajado y pacfico de la prisin de Samui, donde Sancho ingres el pasado 7 de agosto, tras confesar el asesinato premeditado y el descuartizamiento del cirujano plstico en la vecina isla de Phangan.
Sancho, de 29 aos, que posteriormente se declar no culpable del asesinato y quien asegura que la muerte de Arrieta se produjo durante una pelea y que actu en defensa propia, ha pasado all 240 das a la espera de un juicio en el que podra ser condenado a la pena capital, que la ley de tailandesa establece para delitos de sangre.
“El ambiente es bueno, nos tratan bien y no hay ningn tipo ni de violencia ni de drogas”, explica Sancho a Efe durante una de las visitas realizadas a la prisin.
Crcel poco masificada
Rodeada de naturaleza y situada en una tranquila zona de la turstica isla, la crcel de Samui est considerada en Tailandia un centro penitenciario “amable”. A diferencia de otras crceles del pas, est poco masificada y acoge a unos 500 presos, en su mayora hombres, con penas mximas de 15 aos.
La visitas, de 15 minutos y en las que Sancho se muestra relajado y con buen nimo, se llevan a cabo en una sala en la que a los presos, alrededor de una decena cada vez, les separa de sus visitantes un cristal, por lo que hay que hablar a travs de un telfono.
Llevar pelo corto es obligatorio y los reclusos tienen un uniforme de camisola y pantaln por la rodilla de color beige, aunque solo se les exige esta vestimenta durante los recuentos diarios y las visitas.
Sancho se encuentra desde que lleg en el llamado mdulo hospitalario, donde se aloja a los presos con algn problema de salud o durante el periodo de adaptacin que se concede a algunos extranjeros.
Durante la mayor parte de su estancia, ha compartido la celda con una quincena de presos, que duermen en el suelo o sobre una colchoneta. No obstante, desde el pasado 13 de marzo lo hace con hasta medio centenar, debido a una remodelacin del mdulo.
All pasan unas 14 horas diarias, desde las 4 de la tarde hasta las 6.20 de la maana, cuando los reclusos deben dejar la celda para el primer recuento del da y el desayuno.
Uno de los principales problemas de las crceles tailandesas, adems de la masificacin predominante -un informe publicado este ao por la Federacin Internacional de Derechos Humanos indic que el hacinamiento contina siendo “endmico”- es la falta de actividades, especialmente para extranjeros que no saben tailands.
Deporte y lectura
Sancho, que comparte el mdulo con otro espaol y un britnico con los que habla “todo el tiempo”, relata que hace yoga a diario por su cuenta y entrena con otros reos Muay Thai, deporte al que era aficionado. “Aqu todo el mundo lo practica, es el deporte nacional”, apunta.
Los presos de la crcel de Samui tambin cuentan con una biblioteca, donde pueden recibir libros de sus visitantes previa inspeccin de los funcionarios de la prisin.
“Estoy leyendo mucho.Llevaba aos sin leer. Desde que me le Juego de Tronos“, admite.
El joven espaol, que se form como chef y era socio de una empresa de catering, enumera algunos libros que ha ledo durante su encarcelamiento: desde las novelas del escritor peruano Carlos Castaneda, a libros sobre la Antigua Roma, cuentos de Edgar Allan Poe o El conde de Montecristo, de Alexandre Dumas.
Internet, sin embargo, no est permitido y el nico acceso a msica o contenidos audiovisuales es a travs de una televisin en una sala comn en la que se ven solo canales tailandeses.
Sancho cuenta que durante este tiempo ha repasado mentalmente viajes que ha hecho, las calles de ciudades que conoce y canciones que le gustan, y que escribe sobre ello para no olvidarse.
En estos casi ocho meses, ha recibido principalmente las visitas de sus padres, el actor Rodolfo Sancho y la analista de inversiones Silvia Bronchalo, que han viajado en varias ocasiones a Tailandia y con quienes ha podido hablar tambin a travs de las tres videoconferencias al mes a las que tiene derecho.
Acusado de asesinato premeditado, hacer desaparecer el cadver y de la destruccin del pasaporte de Arrieta, el preso se trasladar a diario a partir del 9 de abril hasta el cercano tribunal provincial de Samui para asistir a su juicio, que en principio concluir el 3 de mayo.
Si tras el proceso, en el que participarn unos 50 testigos, Sancho fuera condenado a ms de 15 aos de crcel, tendra que ser trasladado a una prisin de mayor seguridad como la provincial de Suratthani o la temida Bang Kwang de Bangkok.
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